lunes, 19 de diciembre de 2011

La Restauración: Fase de crisis y desintegración (1898-1931)

1. La situación política española desde el Desastre del 98 hasta la proclamación de la Segunda República.
María Cristina y Alfonso XIII.
Después de la muerte de Alfonso XII, España tuvo como regente a María Cristina de Habsburgo-Lorena y más tarde se proclamó como rey a Alfonso XIII.
El reinado de Alfonso XIII coincidió con la aparición de nuevos políticos como Antonio Maura y José Canalejas. En poco tiempo se formaron once gobiernos de los cuales los cinco primeros fueron conservadores y el resto liberales.
Había una gran inestabilidad política y aparte dentro de cada partido había una división interna en la que se disputaban el liderazgo cada uno de los integrantes.
Los conservadores llegaron al poder en 1902 y propusieron hacer una "revolución desde arriba" que consistía en sanear la vida política sin que se alterasen las bases del sistema para evitar una "revolución desde abajo" pero terminaron fracasando. Cuando los liberales llegaron al gobierno se agravó el problema clerical, porque se limitaron el número de órdenes religiosas y se incluyeron medidas laicas en la enseñanza. Los militares reaccionaron asaltando las redacciones de los periódicos Cu-Cut! y La Veu de Catalunya en Barcelona.

Los de izquierdas tuvieron el apoyo del Trust, que era la unión establecida entre los periódicos madrileños El Imparcial, que era liberal, El Heraldo, controlado por Canalejas y El País que era republicano.
Cuando recibieron la noticia de que habían muerto cuatro trabajadores españoles debido a un ataque de las cábilas próximas a Melilla, Maura decidió enviar refuerzos militares.
Los de izquierdas hicieron una campaña contra la intervención militar que tuvo fuerza cuando se comprobó que se libraban de ir a Melilla quienes podían pagar una cantidad en metálico y las sociedades obreras fijaron la huelga para el 2 de agosto, dia en el que se inició la Semana Trágica.

Alfonso XIII encargó a Moret formar un nuevo gobierno pero al ser tan criticado decidió nombrar a Canalejas presidente. Éste fue asesinado por lo que le sustituyó Romanones.
Alfonso XIII.
En 1913 volvieron al gobierno los conservadores dirigidos por Eduardo Dato. Al empezar la Primera Guerra Mundial, el gobierno presidido por Dato declaró neutral a España y la opinión pública se dividió en germanófilos y aliadófilos.
Alfonso XIII volvió a encargar gobierno a Romanones, pero el hundimiento del buque español San Fulgencio fue una excusa para provocar una nueva crisis gubernamental. Romanones terminó dimitiendo y su lugar lo ocupó el liberal García Prieto.

En 1921 asesinaron a Eduardo Dato. Y Miguel Primo de Rivera aprovechó el momento para dar un golpe de Estado, iniciándose una dictadura. Se convirtió en el presidente del Directorio Militar. Éste Directorio, tuvo que hacer frente a tres problemas: el relacionado con Cataluña, el orden público y Marruecos.
Respecto a la cuestión catalana se inició una campaña represiva contra las manifestaciones desarrolladas en la legión y se castigó izar la bandera catalana.
Las alteraciones de orden público fueron una de las causas por las que se realizó el golpe.
Respecto al problema marroquí, se movilizaron las quintas de los años 1918, 1919 y 1920, incluyendo los soldado de cuota, que son los que hasta entonces se habían librado de dar servicio militar pagando una cantidad de dinero.

Primo de Rivera.
En 1925, tuvo lugar el desembarco de Alhucemas que tuvo mucho éxito y se entregó a Abd-el-Krim a las autoridades francesas.
Primo de Rivera prolongó su gobierno y le propuso a Alfonso XIII sustituir el Directorio Militar por uno Civil. Lo terminó consiguiendo, pero en 1930, Primo de Rivera acabó dimitiendo por lo que el Rey mandó formar gobierno a Dámaso Berenguer. Aunque la dictadura había acabado, había una grandísima oposición en contra de Alfonso XIII, se reunieron en San Sebastián las fuerzas antimonárquicas, surgiendo el Pacto de San Sebastián.
En 1931 cayó el gobierno dirigido por Berenguer y se formó uno nuevo cuyo presidente fue Juan Bautista Aznar, que estuvo menos de dos meses en el cargo, ya que debido a las elecciones municipales del 12 de abril, se proclamó la Segunda República, viéndose obligado Alfonso XIII a abandonar España.






2. Economía y sociedad en la España del primer tercio del siglo XX.

En el primer tercio del siglo XX la población española experimentó un crecimiento lento. El descenso de la natalidad fue reducido ya que en algunos sectores de la población urbana utilizaban métodos anticonceptivos, el descenso de la mortalidad también fue importante gracias a las mejoras sanitarias.
La emigración fue una de las causas del poco incremento de la población. Hubo traslados de población desde las zonas agrarias a áreas urbanas y también a otros países.
Durante la Primera Guerra Mundial la emigración intercontinental se redujo por los riesgos del transportes y la aparición de empleos en España.
En 1900 la población activa dedicada al sector primario era del 67%, en 1930 sólo el 45%, ya que el sector secundario cobró fuerza.
Al empezar el siglo XX la imagen del transporte público era la de los tranvías arrastrados por mulas, pero poco a poco fueron sustituidos por los eléctricos y se inauguraron las primeras líneas de metro.
El automóvil tuvo poca repercusión por su elevado precio. Pero si tuvieron éxito las compañías de transporte por carretera.
Se desarrollaron los medios de prensa modernos y distribuyeron sus páginas en secciones. Periódicos como La Vanguardia, ABC, El Progreso, El Debate y El Sol tuvieron gran influencia en la opinión pública.
En Barcelona se abrió la primera estación de radio española en 1924.
Cartel de la película "El misterio de la Puerta del Sol"
Respecto al deporte, los primeros clubes de fútbol se fundaron entre 1900 y 1905. El espectáculo más visto eran las corridas de toros. El cine se creó en 1896 y fue una auténtica revolución. Al principios del siglo XX ya había salas de cine en las principales ciudades españolas. Su bajo precio lo convirtió en una de las aficiones favoritas de las clases medias y populares urbanas. En 1928 apareció el cine sonoro. Y el 1929 se rodó en Madrid la primera película sonora del cine español: "El misterio de la Puerta del Sol".

Las mujeres obtuvieron en 1910 el libre acceso a la Universidad y en 1924 la Dictadura de Primo de Rivera dió el derecho a voto en las elecciones municipales a las mujeres mayores de veintitrés años que fueran independientes.

3. La edad de Plata de la cultura española.

Miembros de la Generación del 98.
Durante este periodo se distinguen tres generaciones de intelectuales: la del 98, la del 14 y la del 27.  En esta época la gran mayoría de la población era analfabeta y no tenían inquietudes literarias.
La enseñanza primaria y media estaba controlada por la Iglesia y muchos niños de las zonas rurales estaban sin escolarizar.
La Generación del 98 estuvo formada por Pío Baroja, Azorín, Unamuno, Valle-Inclán, Maeztu y Antonio Machado.
Juan Ramón Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Gómez de la Serna y Gabriel Miró formaban la Generación del 14. La del 27 estaba formada por Lorca, Alberti, Dámaso Alonso, Jorge Guillén y Vicente Aleixandre. En teatro destacaron Jacinto Benavente y los hermanos Álvarez Quintero. En investigación científica destacaron Ramón y Cajal y Gregorio Marañón. A nivel artístico destacó Gaudí. Y en artes plásticas el escultor Benlliure y los pintores Picasso, Miró y Dalí. 

Marta Ortiz.

martes, 6 de diciembre de 2011

¡INDIGNAOS!

Durante el 2011 han ocurrido muchos acontecimientos por parte de ciudadanos de todo el mundo.
Primero empezaron las revoluciones en Libia, Egipto y Túnez, que luchaban por una democracia merecida. Estamos en el siglo XXI, ¿Cómo podía haber aún dictaduras? La prensa de todo el mundo se movilizó y acudió a los países en los que había enfrentamientos de "Rebeldes" que luchaban por sus derechos y que querían acabar con su dictador y crear elecciones reales, no manipuladas, donde cada uno eligiese el partido político que quería que gobernase su país. Desde España, lo veíamos muy lejano y como si no nos afectase, pero en realidad claro que nos afecta, por suerte o por desgracia en Europa y otros continentes hay grandes mandos que podrían haberse movilizado mucho antes y acabar con las dictaduras de los países más desfavorecidos, igual que con las guerras y las enfermedades y el hambre en muchos países del tercer mundo. Pero es mejor no mirar y darles la espalda.
Desde principios de año se empezaron a mandar mensajes y eventos por las redes sociales en las que los jóvenes expresaban su opinión y su indignación frente a la sociedad y sobre todo frente al bipartidismo político. Todos se basaban en un libro ¡Indignaos! de Stéphane Hessel. Personalmente, he leído el libro y opino que lleva muchísima razón. Para los que no conocen a Hessel, deberían saber que cuando él dice que nos indignemos debemos hacerlo. Fue miembro de la Resistencia francesa, superviviente de Buchenwald, militante a favor de la independencia argelina y defensor de los palestinos. Aparte de todo esto, es uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Este hombre a sus 93 años quiere que los jóvenes de hoy en día, que nos podemos comunicar en cuestión de segundos con gente que está al otro lado del mundo, luchemos por nuestros derechos, luchemos por todo lo que hasta ahora han conseguido nuestros padres y nuestros abuelos. Él luchó por todo lo que creía, por su libertad.
Cuando recibí tantos mensajes y eventos acerca del 15M por las redes sociales supe que iba a haber un cambio en el mundo. En ciudades como Londres y Roma, muchos jóvenes y no tan jóvenes se habían manifestado para expresar la indignación que tenían. Es cierto que hemos tardado demasiado en reaccionar y en alzar nuestra voz en contra de las grandes potencias pero cuando hemos reaccionado lo hemos hecho a lo grande.
Llegó el 15M justo cuando iba a haber elecciones en España. La cantidad de gente que se reunió en Sol, era impresionante. Me quedé sin palabras, no hubo violencia, sólo reclamamos nuestros derechos y luchamos por todo lo que se consiguió en el pasado y que debe seguir presente en nuestra vida actual y en un futuro. Es cierto que España está sumida en una crisis económica, pero es una crisis que sólo manejan unos pocos. Somos marionetas en manos de banqueros, empresarios y políticos que juegan con nuestra vida y nuestra sociedad a su antojo. Ver la Puerta del Sol totalmente llena de gente, llena de familias enteras, de jóvenes, de personas mayores, de todas partes de Madrid es algo único y que realmente te hace pensar y recapacitar. Estoy segura de que muchos vieron esas imágenes en televisión y salieron a la calle a manifestar su indignación. Poco a poco hubo manifestaciones en todas las ciudades de España, nos poníamos de acuerdo en todos los puntos del día que se debían debatir. Pero ya no sólo en España, sino también en Roma, Londres, Nueva York, Bruselas, Berlín, París... Infinidad de ciudades de todo el mundo. Los jóvenes por fin habíamos despertado.
España, está en una situación muy crítica, hay 5 millones de parados y mucha gente viviendo en la calle, buscando comida en los contenedores mientras hay gente poderosa que vive con todo tipo de lujos.
Esto debe parar YA.
¿Qué es eso de que la generación que sale mejor preparada de las universidades no tenga trabajo? Gente muy culta, con una o varias carreras, con masters, con doctorados... y en paro. ¿A dónde tenemos que llegar para que tanto políticos como banqueros se den cuenta de que tienen que cambiar? Que tienen que escuchar al pueblo, que somos muchos más que ellos y todas nuestras opiniones y nuestros votos cuentan.
Se ha creado el principio de una era, porque aunque nos tuvimos que ir, hemos hecho historia y vamos a seguir luchando por nuestros derechos, que nadie nos puede quitar. Vivimos en el siglo XXI, el siglo de las tencnologías y por si aún no se han dado cuenta, vamos a por ellos, somos un equipo, porque ¡el pueblo unido jamas será vencido!

Como dice Hessel "Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo. No permitáis que os lo arrebaten. Coged el relevo, ¡indignaos!, porque la peor actitud es la indiferencia. Si os comportáis así, perdéis uno de los componentes esenciales que forman al hombre: la facultad de indignación y el compromiso que le sigue."

Estoy segura de que el 2011 será recordado en todo el mundo. El año de las manifestaciones, de las revoluciones, de nuestros derechos. Porque no hay que caer en la distracción de los medios de comunicación mientras nos aplican recortes. Nos hemos indignado y nos seguiremos indignando. Sin violencia. ACTUAD.


Marta Ortiz

domingo, 4 de diciembre de 2011

El papel del ejército en el siglo XVIII.

En el siglo XVIII se produce el cambio de dinastía en España, de los Austrias a los Borbones. Esto trae consigo una nueva concepción de la infantería y del ejército, que se orienta a la organización francesa y se adapta a la evolución que van sufriendo las armas de fuego, por lo que se hace necesario reestructurar las tácticas de combate y la organización de las tropas. Para analizar el papel del ejército durante este siglo, habría que detenerse en la actuación respecto a este tema de los distintos monarcas que reinan en este período. Terminada la Guerra de Sucesión, Felipe V quita un buen número de regimientos de infantería y caballería, pero es bajo el reinado de Fernando VI cuando se desmantelará el ejército de tierra. La reforma que lleva a cabo el Marqués de la Ensenada, dio lugar a la disminución de 130.000 hombres que había en tiempos de Felipe V, a 60.000. Sin embargo, con Carlos III, vuelve a aumentar, ya que hubo de enfrentarse con varios conflictos bélicos, hasta situarse en 115.000 efectivos. Con Carlos IV, por el contrario, se volverá a los números de principios de siglo.

El ejército ha mantenido un papel decisivo en la sociedad: la presencia de las instituciones militares en el orden público y en la organización jurídica y policial, es más que evidente. Para diferenciar el papel del ejército en España del resto de monarquías europeas, hay que destacar que aquí, la monarquía tuvo un carácter mucho más militarizado. En las Audencias Borbónicas, la máxima autoridad de Estado era, sin duda, militar. Los capitanes influían decisivamente en tareas gubernativas y legislativas. Esta militarización de la vida jurídica, se acentúa entre 1789 y 1808. Las fuerzas armadas, eran por tanto, un instrumento al servicio de los intereses personales o dinásticos de la monarquía. En la monarquía absoluta, los altos cargos militares solían estar destinados a la nobleza, a cambio de mostrar fidelidad al Rey, que realizaría concesiones a cambio de lealtad.
Por ello, el ejército jugaba, en el siglo XVIII, un papel fundamental y cuanto menos influyente en la sociedad; como ejemplo de ello, tenemos un artículo presente en las Ordenanzas de 1768, que decía lo siguiente: "El que atacare a cualquier soldado que estuviese en centinela, aunque no fuera con armas, sino tan solo con golpe de piedra, palo, o mano, si fuere paisano será juzgado por el Consejo de Guerra(...) ".




Queda así demostrado el importante papel de la infantería y del ejército en general durante este siglo, y es que constituían una importante institución, con capacidad para influir en muchos aspectos de la vida y de la sociedad de la época.