domingo, 16 de octubre de 2011

La leyenda negra de Felipe II


Al abdicar el emperador Carlos V y convertirse Felipe II en rey de los dominios españoles heredaría no solo gran parte de las posesiones de su padre, sino también sus conflictos que junto con la mala fama que obtendrá posteriormente lo acompañaran por el resto de su vida e incluso esta última perdurará hasta hoy en día.
La leyenda negra es la propaganda antiespañola que se extiende a partir del siglo XVI y especialmente durante el reinado de Felipe II, aunque se pueden hallar precedentes en épocas anteriores en países como Italia, Alemania y Francia; cabe hacer notar que esta mala propaganda no solo se limita al rey sino también a todos los españoles a los que se caracteriza como bárbaros y enajenados religiosos mientras que al monarca se le hacen diversas acusaciones tanto personales, como relacionadas a su política y forma de gobierno.
Holandeses, ingleses y franceses serán los principales autores de estas acusaciones aunque no hay que restar importancia a algunos autores españoles, esta mala propaganda se utilizará como campaña política antiespañola y se originará debido a las hostiles relaciones que mantenía la corona española con diversos países y las numerosas guerras internacionales. La superioridad territorial y la intransigencia religiosa la convertía en un enemigo potencial para todos los países cuya religión no fuera la católica.
Además encontramos los propios intereses políticos de cada país para llevar a cabo esta campaña antiespañola, ya fueran las revueltas en los países bajos que buscaban su independización, las intenciones de Inglaterra con los territorios en el nuevo mundo y las enemistades de carácter religioso con la reina Isabel I, o las guerras territoriales y sucesoriales con el rey Enrique II de Francia, todos tenían razones para desprestigiar a Felipe II, España se encontraba inmersa en una situación de enemistad política con numerosos países.
La Monarquía Hispánica, en su intento por mantener el ortograma imperial católico en Europa, tuvo que enfrentarse abiertamente al ámbito protestante, Países Bajos e Inglaterra, que es de donde le lloverán las críticas más feroces.
A Felipe II se le acusó de los sufrimientos de la población indígena de América, de los malos gobiernos de sus ministros, y de la ejecución de los acusados de rebeldía y la muerte de los nobles ejecutados bajo el régimen del duque de Alba en los Países Bajos. También una de las instituciones más criticadas será la inquisición, y la expulsión de los moriscos; a Felipe se le acusará de ser un rey sanguinario, extremista y de ser un esclavo de los propósitos de la iglesia. España será alternativamente condenada por ser mezcla de hebreos y moriscos y por su intolerancia hacia los mismos.
Gran parte de la propaganda antiespañola extranjera toma como fuentes las críticas realizadas por los propios autores españoles como Fray Bartolomé de las Casas que protesta en su «Brevísima relación de la destrucción de las Indias» (1552) contra la crueldad de los españoles en las matanzas de indios en el nuevo mundo .
Antonio Pérez que siendo secretario del rey participa en una serie de intrigas palaciegas y que finalmente cae en desgracia y después de ser apresado logra huir del reino y en su exilio escribe y publica una serie de libelos contra Felipe II bajo el título de «Relaciones» (1594) que contienen diversas acusaciones contra el rey como la de mantener relaciones adulteras con la princesa de Éboli y ordenar la muerte de su primogénito don Carlos.
Las acusaciones de Reginaldo González Montano, protestante español se centrarían en la Inquisición española, en su obra «Exposición de algunas mañas de la Santa Inquisición española» (1567) narra un terrorífico relato en torno a las torturas y tormentos empleados por dicha institución.
Las críticas de los autores españoles serán tomadas y utilizadas por extranjeros, un ejemplo de esto en Holanda es Guillermo de Orange el líder de la sublevación de los Países Bajos que no solo utilizará las críticas de los autores españoles sino que añadirá por su parte acusaciones de bigamia, incesto, adulterio e incluso acusó a Felipe II de ordenar la muerte de su propia esposa Isabel de Valois; su obra «Apología» (1580) se convirtió en uno de los panfletos de propaganda antiespañola más difundidos.
Si bien muchos de las críticas hechas al gobierno de Felipe II se basan en hechos reales como las revueltas en los Países Bajos, el saqueo de Amberes o la expulsión de los moriscos, podríamos decir también que estas suelen ser exageradas y que antes de juzgar estas acciones habría que analizarlas en su propio periodo historico y según los valores morales de la época; Una valorización desde el punto de vista moral y ético actual sería por tanto errónea.
Con respecto a las acusaciones personales a las que se le somete ,como el asesinato de su hijo o las acusaciones de incesto y adulterio no existen pruebas históricas verídicas que comprueben la autenticidad de estas teorías, esto en parte debido al propio Felipe II , que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia, y a que los testimonios que se conservan son claramente subjetivos siendo un ejemplo de ello los de Antonio Pérez, por lo cual solo se pueden hacer conjeturas con respecto a este tema.
Por último cabe destacar que no solo existió una leyenda negra en contra de la monarquía española, hubo además una denominada ”leyenda rosa” que surgió a partir de diversos autores pro-españoles de países como Inglaterra e Italia, que defienden los valores hispánicos y la política y forma de gobierno de Felipe II, exaltando la religión, literatura, nobleza y riqueza de la lengua y cultura española.

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