martes, 18 de octubre de 2011

Revuelta catalana de 1640, un importante hecho en la Historia. (1640-1652)


En el primer tercio del siglo XVII, llega un momento en el que la Corona de Castilla no puede hacerse cargo de toda la carga que el Imperio suponía. Esto viene dado por la crisis económica, política y social que el reino había de soportar. Bajo el reinado de Felipe IV, su valido, el Conde-Duque de Olivares, firma el “Gran Memorial”, un documento en el que aparecían reflejados distintos problemas que padecían los reinos , así como soluciones a dichos contratiempos. Algunos citados en el documento son, por ejemplo, la protección del comercio, la reducción del número de funcionarios, la abolición de los impuestos, algunas medidas para aumentar la población (debido a la crisis demográfica que azotaba el Imperio), y una última cuestión que más tarde provocaría la oposición de los catalanes, y la consiguiente revuelta: la Unión de Armas, o lo que es lo mismo, la unión de todos los reinos en el esfuerzo bélico.

Cataluña contribuía en gastos de defensa, pero se negaba a sufragar las guerras de la Corona, ya que se encontraban fuera de su territorio. Las Cortes, formadas por la nobleza, alto clero y la burguesía, fueron reunidas en Cataluña, pero la hostilidad era evidente. Por otro lado, cabe destacar también la cuestión de los Virreyes, como el Marqués de Almazón o el Duque de Alcalá que, colocados en dicho puesto para controlar el bandolerismo, fueron tomados por los catalanes como una conspiración castellana contra el gobierno autónomo. A pesar de todo esto y de la obvia discrepancia respecto a la Unión de Armas por parte de Cataluña, se decidió seguir adelante.

Castilla entra en guerra con Francia, y Olivares escoge deliberadamente a Cataluña como frente contra los franceses, con la finalidad de que participasen en la contienda. Cataluña es elegida para acoger a las tropas, pero se oponen a ello y estalla la Revolución en 1640.

Cabe destacar el día del Corpus Christi, en el que grupos de campesinos atacaron Barcelona y asesinaron al virrey. Ante esto, ni las propias autoridades catalanas se veían capaces de hacer frente a la revuelta. Por lo tanto, lo que comenzó siendo una lucha contra Castilla, derivó en un conflicto entre campesinos pobres y la nobleza y adinerados de las ciudades.

Cataluña pide ayuda al principal enemigo del Rey: Luis XIII, mediante el Pacto de Ceret. Los catalanes, a diferencia de lo ocurrido con Castilla, sufragan al ejército francés, y el 16 de Enero de 1641, Cataluña se nombra República Independiente bajo la protección de Francia, y se somete, de manera voluntaria, al gobierno del Monarca Francés, que es nombrado Conde de Barcelona.

Más tarde, la crisis económica,unida a un nuevo brote de peste y a la opresión francesa, peor que la castellana, provocó el agotamiento de los catalanes. Fueron atacados de nuevo por Felipe IV, que aprovechó el descontento popular para recuperar el reino catalán, y en 1652, es nombrado soberano.

Como conclusión y para finalizar, aun encontrándose bajo el poder de Castilla y más tarde de los franceses, se podría decir que la Revolución de los Catalanes de 1640, es el inicio de los nacionalismos tal y como hoy en día los conocemos, a pesar de que en un principio, Cataluña no buscaba como finalidad la independencia respecto a Castilla, sino la pervivencia de sus derechos, así como de su cultura, que tanto han venido defendiendo a lo largo de la Historia.

2 comentarios: