Cataluña contribuía en gastos de defensa, pero se negaba a sufragar las guerras de la Corona, ya que se encontraban fuera de su territorio. Las Cortes, formadas por la nobleza, alto clero y la burguesía, fueron reunidas en Cataluña, pero la hostilidad era evidente. Por otro lado, cabe destacar también la cuestión de los Virreyes, como el Marqués de Almazón o el Duque de Alcalá que, colocados en dicho puesto para controlar el bandolerismo, fueron tomados por los catalanes como una conspiración castellana contra el gobierno autónomo. A pesar de todo esto y de la obvia discrepancia respecto a la Unión de Armas por parte de Cataluña, se decidió seguir adelante.
Castilla entra en guerra con Francia, y Olivares escoge deliberadamente a Cataluña como frente contra los franceses, con la finalidad de que participasen en la contienda. Cataluña es elegida para acoger a las tropas, pero se oponen a ello y estalla la Revolución en 1640.
Cabe destacar el día del Corpus Christi, en el que grupos de campesinos atacaron Barcelona y asesinaron al virrey. Ante esto, ni las propias autoridades catalanas se veían capaces de hacer frente a la revuelta. Por lo tanto, lo que comenzó siendo una lucha contra Castilla, derivó en un conflicto entre campesinos pobres y la nobleza y adinerados de las ciudades.
Cataluña pide ayuda al principal enemigo del Rey: Luis XIII, mediante el Pacto de Ceret. Los catalanes, a diferencia de lo ocurrido con Castilla, sufragan al ejército francés, y el 16 de Enero de 1641, Cataluña se nombra República Independiente bajo la protección de Francia, y se somete, de manera voluntaria, al gobierno del Monarca Francés, que es nombrado Conde de Barcelona.
Más tarde, la crisis económica,unida a un nuevo brote de peste y a la opresión francesa, peor que la castellana, provocó el agotamiento de los catalanes. Fueron atacados de nuevo por Felipe IV, que aprovechó el descontento popular para recuperar el reino catalán, y en 1652, es nombrado soberano.
Como conclusión y para finalizar, aun encontrándose bajo el poder de Castilla y más tarde de los franceses, se podría decir que la Revolución de los Catalanes de 1640, es el inicio de los nacionalismos tal y como hoy en día los conocemos, a pesar de que en un principio, Cataluña no buscaba como finalidad la independencia respecto a Castilla, sino la pervivencia de sus derechos, así como de su cultura, que tanto han venido defendiendo a lo largo de la Historia.
Muy buena entrada, Marta
ResponderEliminarGracias Marta.
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