viernes, 27 de enero de 2012

La Propaganda Nazi en España.


Para poder explicar la visión alemana en la Guerra Civil española hay que empezar diciendo que la Guerra Civil es una antesala a la Segunda Guerra Mundial donde se pondrían en práctica los elementos persuasivos más importantes. La Primera Guerra Mundial había significado el nacimiento de la propaganda sistemática por parte de los estados más poderosos. Es la Guerra Civil española un antecedente de la Segunda Guerra Mundial en el terreno político-ideológico, en el militar y también en el terreno de la propaganda. Utilizaban los carteles, el cine informativo, desfiles, actos, folletos y la prensa escrita como medio de propaganda, pero aparecen dos elementos nuevos: el cine sonoro y la radio.
El cine sonoro llega a ser tan importante como la radio, porque ya se había utilizado a lo largo de la Primera Guerra Mundial.
El desarrollo de la radio en la España de los años treinta estaba por debajo del de otros países europeos. Pero era suficiente, al menos en el medio urbano, para que su uso propagandístico tuviera trascendencia.
La radio fue utilizada por ambos bandos y también fue instrumento de propaganda exterior y a la España dividida de entonces llegaron numerosos mensajes radiofónicos desde el extranjero.

Ahora voy a hablar de dos personas muy importantes de la propaganda nazi en España, esas personas son:

JOSEF HANS LAZAR

Durante la Guerra Civil española Lazar trabajó para la agencia de noticias Transocean bajo el mando de Joseph Goebbels. Transocean era una de las primeras empresas de propaganda nazi. Lazar era el jefe de prensa y propaganda de la Embajada alemana y consiguió controlar decenas de hojas parroquiales que él financiaba y en las que se defendía la causa alemana. Un hábil sistema para llegar a miles de personas por una vía de apariencia inofensiva. Lo que hacía era preguntarle a los curas si querían tener su propio periódico diciéndoles que él se lo pagaría con publicidad de empresas alemanas como Siemens o Mercedes. Pero en realidad no pagaban las empresas alemanas sino los fondos de reptiles que manejaba Lazar y que se nutría de las aportaciones de la Embajada alemana.

Acudía a todas las fiestas y se dejaba ver por los locales más exclusivos, sobre todo por el reservado del restaurante Horcher, que era un nido de espías nazis cerca del Retiro. Estaba considerado como el hombre mejor informado de Madrid. Era un gran relaciones públicas al que odiaban los representantes de las embajadas inglesa y americana. Puso en marcha una estrategia propagandística que llamó “El Gran Plan” que contaba con colaboradores en oficinas de Correos, con falangistas en muchas ciudades que repartían sus panfletos y extendían el mensaje de Hitler y así dirigió la opinión pública española a favor de los alemanes. 

El boletín en el que se recogían las noticias más importantes y el parte diario de los combates se distribuía a los diplomáticos y jefes de las empresas más importantes. Una copia traducida al español se enviaba a la agencia EFE. Ademas la Embajada financiaba y editaba muchas revistas camufladas cuyo objetivo era alabar las virtudes del nazismo. Revistas como Heroísmo y aventura o la Colección de los 7.
Los corresponsales españoles en Berlín de La Vanguardia, Madrid, Informaciones y ABC transmitian sus informaciones a través de la agencia EFE y de esta forma la Embajada alemana conocía de antemano sus contenidos. Además, 50 periódicos españoles recibían las llamadas Cartas berlinesas, que eran unas crónicas manipuladas por parte de los alemanes. Algunos alemanes residentes en España estaban en desacuerdo con el tono y contenido de la propaganda que se transmitía desde el departamento de prensa de la Embajada que dirigía Lazar o la que proyectaban los consulados generales, pero la amenaza del aparato policial les aconsejaba callar. Cualquier sospechoso de no apoyar las ideas de Hitler era secuestrado y trasladado a Alemania para ser conducido ante un “tribunal”.



JOSEPH GOEBBELS
Goebbels pertenecia al Partido Nacional Socialista. Fue uno de los personajes más leales a Hitler y se convirtió en uno de sus mas fiables amigos y confidentes.
Su función consistía en controlar todos los medios: la radio, la televisión, el cine, la literatura... Debía impedir que saliera a luz la información del exterior.  Usó mucho lo que hoy en día se conoce como el marketing social, ensalzando muchos sentimientos de orgullo, promoviendo odios y convenciendo a las masas de cosas muy alejadas de la realidad. La política informativa que favorecía a Hitler, era dirigida desde Berlín por el propio Goebbels. Se convirtió en el Ministro de Información y Propaganda del Reich.
Goebbels se erigía como una especie de «historiador» malintencionado de la Guerra Civil, con publicaciones como el «Libro Rojo sobre España» o su discurso sobre «La verdad sobre España», ambos de 1937. En el primero, describía con todo tipo de detalles los ataques del bando republicano. Mientras que en el segundo, pronunciado en el congreso del partido nazi celebrado en Nuremberg, explicaba el supuesto problema español en el contexto de la lucha entre el «Imperialismo judío-bolchevique» y las «fuerzas positivas» en Europa, viendo a España como un campo experimental del «terror rojo» para un futuro ataque al continente.
Estos discursos y textos del «historiador» nazi sirvieron para reflejar la evolución de las relaciones entre la España franquista y la Alemania del Tercer Reich en aquellos tres años, y para ver también como Goebbels fue cambiando de opinión desde el entusiasmo inicial por el «golpe de Estado», hasta las duras críticas por el lento avance de Franco en los diferentes frentes.
El 20 de julio de 1936, tan sólo tres días después del inicio de la sublevación, escribía en sus diarios: «En España prosigue el “putsch”. Esperemos que triunfe». Ese mismo año, sus escritos siguieron siendo optimistas: «Nuestros mejores deseos y aviones le acompañan» o «sólo Franco es un hombre»
Después, Goebbels fue mostrándose cada vez más desencantado con el desarrollo de la guerra: «El avance de Franco otra vez estancado» (17 de enero de 1937), «clamorosas noticias sobre el terror rojo en España. Pero Franco no avanza. ¿Será realmente el hombre?» (24 de enero de 1937), «el ataque aéreo al acorazado alemán “Deutschland” resulta mucho más grave aún de lo que al principio se pudo pensar: 22 muertos y más de 80 heridos. Esta España maldita nos crea preocupación tras preocupación y un día quizá convertirá el mundo en llamas» (31 de mayo de 1937), «en España no se adelanta. El “Führer” ya no cree en una España fascista» (24 de julio del 37) o, finalmente, «el ejército republicano está ya en plena desbancada y los alemanes todavía no se lo acaban de creer» (27 de enero de 1939).

En definitiva al principio tanto Hitler como Goebbels confiaban en que el golpe de Estado que había dado el bando franquista fuese a funcionar y España entera fuese fascista. Poco a poco los nazis fueron dudando de Franco y su capacidad para ganar la guerra
También hay que añadir que en Alemania no solo existía el nazismo sino que aunque una parte de la poblacion era nazi y albaba a Hitler, otra parte de los alemanes estaba en contra del nazismo y de que triunfase el fascismo en España. Pero toda esa gente no podía expresar su negativa al fascismo y al nazismo en Europa porque temían la represión hitleriana.

Marta Ortiz.

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