martes, 31 de enero de 2012

George L. Steer y la Guerra Civil española


Fue un periodista británico nacido en Cambridge (Sudáfrica) en 1909 que con diez años ya se fue a estudiar a Inglaterra. Llegó a España en plena guerra civil; exactamente en enero de 1937 llegó a Vizcaya como corresponsal del diario The Times tras haber sido expulsado de la zona rebelde por su antipatía hacia los fascistas. De esta forma se internaba en la zona de la ‘España roja’ bajo un Gobierno autónomo vasco rodeado completamente por el enemigo y bloqueado por el mar.

Steer simpatizó con la causa vasca, se vio sorprendido por el trato que le dispensaron en Bilbao y se podría decir que quedó enamorado del lugar. Tanto le gustó el trato que definió al jefe de prensa del gobierno vasco (Bruno Mendiguren) como un ¨enviado de Dios para un periodista¨ ya que permitía a los corresponsales extranjeros ver y oír todo lo que quisieran y no les indicaba lo que tenían que decir cada día. Esa libertad es la que Steer llevaba esperando mucho tiempo tras recriminaciones, engaños, castigos y amenazas recibidas por los fascistas. Su ideología ya le hacia sentirse cercano a los vascos (que luchaban en defensa de la libertad y la democracia), pero la forma en que le trataron acabó por ganarle del todo.

Un amigo suyo le definió como: ‘hombre aventurero, de gran iniciativa, rebelde sin remedio y con total desprecio por la autoridad...’. En su estancia en la guerra, solicitó acceso a cosas que consideraba inofensivas como escuelas y hospitales, para después pedir visitas a prisiones y cuarteles en el frente. Llegó a pensar que se había excedido en peticiones pero para su sorpresa lo arreglaron todo para satisfacer todas sus visitas, y esto le condujo a poder entrevistarse con Jose Antonio Aguirre, primer lehendakari del gobierno vasco. Gracias a este encuentro tenemos un notable retrato del presidente vasco dibujado por el periodista. Acabó haciendo suya la causa vasca teniendo casi como única fuerza la fe en su ideal de justicia.

Su trabajo en la guerra quedó marcado por el que fue el primer bombardeo contra la población civil el día 26 de abril de 1937 que fue el bombardeo de Guernika. Steer llegó a Guernika al anochecer de aquel terrible día en que el lugar fue destruido por aviones italianos y alemanes (Legión Condor). Cuando regresó a su país escribió el libro: ¨El árbol de Guernika¨que según Paul Preston es uno de los diez libros más importantes de la guerra civil española. Al principio los sublevados atribuian la destrucción de la ciudad a los propios vascos pero gracias al testimonio de Steer y otros periodistas ingleses pronto se reveló al mundo la verdad del suceso.

En los últimos años el Ayuntamiento de Bilbao ha dedicado una calle a George L. Steer. Su propio hijo, que asistió al acto, explicó que gracias a la recuperación de la memoria de los acontecimientos que su padre vivió aquí sabe más sobre él, ya que no lo llegó a conocer. Ésta es una gran manera de devolver la deuda de gratitud que tenían los vascos hacia Steer,que les había apoyado y defendido en su lucha contra el fascismo.

Por último hay que señalar que no solo participó como corresponsal en la guerra española, también lo hizo en la Segunda Guerra Mundial en África y Finlandia. Y además tuvo que convertirse en soldado para defender su tierra; trabajó en los servicios de inteligencia británicos en apoyo de la resistencia etíope y participó en la lucha británica contra Japón en Birmania donde falleció en un accidente en 1944. Al morir llevaba un reloj que le habia regalado Jose Antonio Aguirre con la inscripción: ‘A Steer de la República vasca’.

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